De From Mars to Sirius: Gojira celebra dos décadas de su órbita más sagrada
En el templo neoyorquino donde Gojira explora su sonido, Silver Cord Studios, el metal se presenta altamente reflexivo. Tres canciones parecen suficientes para condensar veinte años de evolución volcánica: Ocean Planet, From the Sky y Where Dragons Dwell. Cada una de ellas con su propio carácter que se expresa como una leve grieta por donde la banda deja escapar su esencia, su luz. La furia de Mario Duplantier en la batería, el mantra árido y rudo de Joe en la voz y la guitarra, las líneas pesadas de Labadie y los cortes precisos de Andreu. Música sin artificios, pura materia viva en corcondancia con la vibración de la Tierra.
El resultado del registro es una amalgama entre ingeniería y espíritu honesto. Joe produce; Johann Meyer mezcla; Errick Easterday filma, y lo que sale de esto es un aniversario testimonio y aguante. Gojira sigue marcando diferencia al tocar como si quisiera recordar que la brutalidad puede ser ecológica, que ese grito que los caracteriza protege lo sagrado.
Veinte años después, From Mars to Sirius no se siente viejo, al contrario, se asienta como una piedra única que contiene un magma especial. El grupo francés en esta ocasión ha resignificado su esencia metal a través de este despertar profundo. Desde el océano hasta el dragón, sus acordes se presentan como un llamado a volver al planeta con los oídos abiertos y las raíces limpias. 20 años de metal en constante evolución y crecimiento.
NO MÁS (No More), una obra de Chucho Merchan con Enrique Bunbury, Ruben Albarrán y Andrea Defrancisco
Chucho Merchán, reconocido por su hermosa labor en pro del cese total del maltrato animal, ha publicado recientemente su canción No más, junto a estos artistas exponentes hispanohablantes de alto impacto y renombre. Con este estreno una vez más se busca promover la conciencia ante la crueldad con estos indefensos seres, así como arengar la necesidad de frenar el maltrato animal alrededor del mundo, haciendo un llamado a la compasión.
La empatía real por los animales, comienza en tu plato. No permitas que más generaciones prolonguen su vida bajo el mito cavernícola de seguir creyendo que el cuerpo humano requiere el cadáver de otro ser sintiente como alimento.
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